Cartas Católicas

Cartas Católicas.

 
San Pedro




 
Santiago
Entre ellas encontramos las cartas de: Cartas de Santiago. Cartas primera y segunda de Pedro. Cartas primera, segunda y tercera de Juan y Cartas de Judas.
Son ellas las que conforman este grupo y nos dan a manifestar de manera concreta la gracia de Dios en las comunidades cristianas. Es así que encontramos estas cartas porque ellas ahora se refieren a nivel universal, ya no se queda en un grupo o comunidad sino, que se establece para todo aquel que quiere vivir la presencia de Cristo.

San Judas

Estas cartas no tienen carácter epistolar, sino que son como breves exposiciones y sentencias doctrinales acompañadas de algunas normas prácticas. Las cartas católicas se llaman católicas porque están dirigidas a todos, sin limitación geográfica. En ellas se anima a permanecer en la sana doctrina y se desenmascara a los falsos maestros. También se invita a hacer vida y obras la fe, practicando las virtudes cristianas.
Estas Cartas fueron escritas cuando ya el Cristianismo primitivo había entrado en una nueva etapa. Las comunidades cristianas se habían extendido por casi todas las provincias del Imperio Romano, y habían comenzado a experimentar la presión y las reacciones adversas del ambiente pagano. Aunque no estuvieron sometidas a una constante persecución, ellas vivían dolorosamente conscientes de su precaria situación en una sociedad hostil. A estas dificultades provenientes del exterior, se sumaban otras de carácter interno. La Venida gloriosa del Señor se hacía esperar, y esta demora planteaba dudas e interrogantes, que ponían en crisis la fe y debilitaban la práctica de la vida cristiana. Semejante situación creaba un clima favorable a la infiltración de falsos profetas y maestros, que alteraban con su enseñanza la verdad del Evangelio.

San Juan

En estas nuevas circunstancias, la Iglesia comprendió la necesidad de consolidar su vida comunitaria, manteniéndose fiel a las enseñanzas de Jesús transmitidas por los Apóstoles. Dicha preocupación aparece en los escritos del Nuevo Testamento provenientes de esa época. Todos ellos insisten en mantener intacta la verdadera fe, advierten contra los falsos maestros y exhortan a conservar la esperanza en medio de las pruebas y persecuciones. Tales características comunes confieren una cierta unidad a las «Cartas católicas», que por su forma y contenido no constituyen un grupo demasiado homogéneo.