Los Evangelios

LOS CUATRO EVANGELIOS





La palabra "evangelio", del griego "evangelion" quiere decir buena nueva, buena noticia. Y Jesucristo es El mismo la Buena Noticia, el único Evangelio para la humanidad entera. Cuando hablamos de "cuatro Evangelios", estamos designando en realidad cuatro versiones distintas del único Evangelio. Por eso decimos "según San Juan o según San Lucas".  Los Apóstoles y demás Discípulos, fueron comunicando esa Buena Nueva por todo el mundo conocido en aquel entonces. Judíos, griegos, romanos, egipcios, galos, hispanos, etc., se convirtieron gozosos y supieron dar su vida valientemente por la causa del Evangelio durante las persecuciones romanas. Pero Jesucristo nunca escribió un libro ni la Iglesia al principio pensó en ello: el Evangelio se transmitía oralmente y con eso bastaba, pero llegó el momento en que decidieron los mismos Apóstoles consignar dichos y hechos de Jesús, para evitar deformaciones en el mensaje auténtico del Señor. Así fueron escribiéndose los cuatro Evangelios que conocemos y también los demás libros del Nuevo Testamento. (cfr. Introducción al Nuevo Testamento de Brown)

Es pues muy importante tener en cuenta que la Tradición Apostólica es anterior cronológicamente y en cierta manera más importante que los libros escritos, ya que es la Iglesia la que nos entrega por Tradición cuáles son los auténticamente inspirados por Dios tanto del Antiguo como del Nuevo Testamento. Error fatal de los protestantes es hacer a un lado la Tradición con la idea de que "solo la Biblia basta". Si no contarnos con la Iglesia Católica que con su Tradición nos interpreta la Biblia, caemos, como vemos sucede en la infinidad de iglesias y sectas protestantes en toda clase de desviaciones y errores que pueden llegar a consecuencias fatales, a la muerte misma por suicidios masivos, como en la Guyana, en Waco y en otras partes del mundo.

Hemos de tener presente que los Evangelios, que narran acontecimientos reales y contienen verdadera historia no fueron concebidos principalmente como biografías de Jesucristo en el sentido actual de esta palabra. Su finalidad primordial es instructiva, formadora, didáctica. Esto nos explica el porqué las narraciones evangélicas, lejos de ser exhaustivas (Jn.20,30), son sumamente parcas al referir los hechos así como en precisar detalles cronológicos o geográficos. Son de un carácter esquemático y doctrina, prescindiendo de detalles que nos hubiera encantado conocer, por ejemplo  cómo eran físicamente tanto Jesús, como María


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Una inquietud pertinente

Habiendo sido escritos los Evangelios al menos 30 años después de los hechos, podemos preguntarnos qué grado de fidelidad pueden contener. ¿No quedarían un tanto deformados por causa precisamente de la predicación que puede ser un tanto subjetiva y aún por la misma buena fe de los creyentes?

Justamente la Iglesia recibió esos libros como Sagrados, por haber sido redactados por los mismos Apóstoles o al menos bajo su vigilancia y dependencia. Ese origen apostólico fue precisamente el criterio para admitir los Evangelios auténticos o rechazar otros pretendidos evangelios surgidos posteriormente, llamados apócrifos. Pero aún existe el hecho de que fueron escritos bajo la inspiración divina.

¿Cómo pues poner en duda que las narraciones evangélicas sean históricamente fidedignas o cómo pensar que no nos transmiten fielmente el pensamiento de Jesús?





Representación simbólica de los Evangelistas.



La piedad cristiana se ha complacido en dar por emblema a los Evangelistas, los cuatro seres vivientes misteriosos descritos en el Apocalipsis por San Juan arrebatado en éxtasis: "El primer Viviente como un león; el segundo Viviente como un novillo; el tercer Viviente tiene un rostro como de hombre; el cuarto Viviente es como un águila en vuelo". (Ap.4,7).

·        Los Santos Padres atribuyeron el hombre a San Mateo porque comienza su Evangelio con la genealogía humana de Jesús.

    ·        El león simboliza a San Marcos que principia con la predicación del Bautista, semejante al rugido del león en los desiertos de Judea.

     ·        El novillo se atribuye a San Lucas porque da comienzo su Evangelio narrando el sacrificio de Zacarías en donde los novillos eran las víctimas principales.

·        Por fin, el águila designa a San Juan, cuyo vuelo majestuoso sobrepasa a todas las criaturas y penetra hasta el Seno del Padre Eterno para contemplar desde ahí la Encarnación del Verbo Eterno.